Nuestra clínica
C/ León Gil de Palacio, 2 28007 Madrid
Teléfono
914 341 201 - 647 795 493
Contactar
tellezcefisa@gmail.com

Plantillas para los pies de los niños; ¿Cuándo usarlas?

Durante el proceso de formación de las diferentes estructuras del pie del bebé influyen muchos tipos de condicionantes. A lo largo de la infancia, el pie del niño sigue en constante desarrollo. Es este el momento perfecto para recurrir a las plantillas para los pies en el caso de que sea necesario corregir cualquier tipo de problema.

En los niños, los huesos del pie, los tendones y el tejido muscular aún necesitan consolidarse hasta formar el pie que tendrá en la etapa adulta. A medida que empiezan a caminar y ejercitar las extremidades inferiores, aparece el arco plantar que debe formarse de la manera más adecuada.

Muchos padres se preocupan porque sus hijos empiezan a caminar de puntillas, a colocar la punta del pie hacia dentro, o porque la planta del pie tiene mucho o poco puente. Un mal funcionamiento del pie a edades tempranas puede acarrear múltiples problemas de salud, los cuáles se pueden tratar fácilmente con el uso de plantillas infantiles.

 

¿Qué son las plantillas para los pies?

Las plantillas ortopédicas o plantillas para los pies son un tipo de dispositivo médico que se coloca en el interior del zapato para corregir determinados problemas en los pies.

Están hechas de manera personalizada, adaptándose a la forma del pie de cada paciente. De esta manera cumplen su función con mayor efectividad, aliviando el dolor y la presión de la planta, y permitiendo un buen apoyo de todas las estructuras de la base del pie.

 

¿Qué tipos de plantillas para los pies existen?

No existen un tipo de plantilla genérica para los niños que se puedan encontrar en el mercado. Estos dispositivos se realizan siempre de forma personalizada, tras un análisis exhaustivo de las necesidades del paciente y la medida de la huella que necesita corregirse.

Hoy en día se utilizan dos tipos de plantillas para los pies de los niños según el material que las compone. Por un lado están las plantillas de material blando, principalmente compuestas por goma EVA, que son más suaves pero tiene una menor capacidad de corrección.

También están las plantillas de materiales plásticos semirrígidos con mayor capacidad de corrección en la etapa infantil cuando las estructuras del pie son más flexibles y se adaptan más rápidamente.

 

¿Cuándo pueden empezar a usar plantillas los niños?

La mejor edad para empezar a utilizar plantillas para los pies de los niños es entre los 5 y los 12 años de edad. Justo en esta etapa el pie ya tiene formada su estructura básica, y es posible detectar problemas de la marcha o la pisada que deban ser tratados.

Los niños que aún se encuentran en crecimiento están a tiempo de corregir la estructura de los huesos y músculos podales gracias al uso de plantillas.

 

 

 

A partir de los 13 años en adelante, las plantillas están enfocadas a evitar lesiones y acomodar el pie cuando existe algún problema estructural. Aún no es tarde para actuar, ya que las partes del pie están en su desarrollo final.

 

Estudio de la pisada para los pies de los niños

Al igual que en los adultos, para la detección de cualquier problema en los pies de los niños es preciso realizar un estudio de la pisada y la marcha.

Este estudio consiste en una serie de pruebas personalizadas para cada paciente, a través de las cuáles el quipo de expertos en ortopodología diagnostica posibles alteraciones del funcionamiento del aparato locomotor del niño.

Las pruebas biomecánicas de la marcha y la pisada se realizan en ambos pies, tanto en posición estática como en movimiento para hacer un diagnóstico más completo y preciso.

 

¿Qué problemas pueden tratar las plantillas para los pies en los niños?

Las plantillas van colocadas directamente bajo la planta del pie, por lo que su principal función es la de corregir la huella plantar del niño cuando no está bien formada.

Existen varios tipos de huellas de pies que se pueden tratar en los niños cuando suponen un problema de salud o desarrollo de toda la estructura corporal.

 

Pie plano

El pie plano es una de las patologías podales más comunes en los niños. Esta se puede detectar cuando la totalidad de la planta del pie contacta con el suelo, dejando una huella más amplia.

Todos los niños nacen con el pie plano, pero a medida que crecen se va formando el arco plantar. Si este proceso no se da de manera natural durante la infancia, el uso de plantillas para los pies ayuda a que la huella plantar del niño tenga una correcta evolución.

 

Pie valgo

Algunos niños nacen con una deformidad congénita en la que el talón se presenta más arqueado y la punta del pie se introduce hacia dentro. Esto es lo que se conoce como huella de pie valgo.

Siempre que no afecte a la postura corporal o la marcha del niño, no tiene por qué tratarse de un problema grave. Pero cuando se detecta en el niño, es preferible tratarlo con el uso de plantillas para evitar futuras complicaciones.

 

 Pie cavo

Algo menos frecuente en niños es la huella de pie cavo, en la que el pie presenta un arco o puente muy marcado. Esto conlleva una mayor presión en el talón y los dedos de los pies que debe corregirse con plantillas.

Las plantillas para pie cavo favorecen una mejor distribución de las cargas, evitando problemas frecuentes en la edad adulta como son los dedos en garra.

 

Indicaciones para el uso de plantillas infantiles

Tras un estudio personalizado por parte del equipo profesional de expertos en ortopodología, cuando un niño necesita plantillas para los pies para corregir cualquier tipo de problema podal hay algunas recomendaciones a tener en cuenta.

Una de las más importantes es la elección del tipo de zapato con el que usará las plantillas. El calzado deberá ser un centímetro mayor que el tamaño del pie del niño, para asegurar que la plantilla cabe perfectamente y los dedos no están apretados.

 

 

Es preferible la elección de un calzado flexible, con suela elástica que se adapte a la forma de caminar del pequeño. Los mejores zapatos para plantillas son aquellos que están cerrados y cubren hasta el tobillo, pero no más arriba, para que el niño pueda mover correctamente el pie sin limitaciones.

Por supuesto, no es adecuado que los niños pequeños hereden los zapatos de sus hermanos mayores. Sobre todo cuando un niño necesita usar plantillas para los pies, los zapatos usados se van deformando con el tiempo, y las plantillas no llegan a adaptarse correctamente para cumplir su función al 100%.

Si tienes cualquier duda sobre el uso de plantillas para los pies de los niños, nuestro equipo de expertos en podología de Cefisa puede darte la mejor solución.