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Hernia discal cervical

Uno de los diagnósticos más temidos ante un dolor intenso de cuello o espalda alta es la hernia discal cervical. Debido a un accidente traumático o al estrés que afecta de manera directa a los discos entre las vértebras del cuello, esta patología precisa de un correcto diagnóstico y tratamiento adecuado.

Hoy en día, la recuperación de una hernia discal es posible gracias al tratamiento fisioterapéutico. El primer paso es buscar las causas relacionadas con este problema de salud, para corregir la lesión a través un tratamiento combinado.

Analizamos qué es la hernia discal en el cuello, cómo se produce, y cómo actuar para aliviar el dolor.

 

¿Qué es una hernia discal cervical?

A modo de protección, y para facilitar la movilidad, entre las vértebras que conforman la columna se sitúan unos discos compuestos por un núcleo pulposo.

Las hernias discales cervicales se producen cuando la delgada piel que conforman estos discos se rasga, y parte del contenido sale hacia fuera. Esto provoca un fuerte dolor en la zona afectada, que puede irradiar a hacia la espalda o los miembros superiores.

 

Síntomas de una hernia discal cervical

Cuando el centro interior de uno de los discos del cuello se filtra hacia el exterior, puede ejercer una presión sobre la raíz de algún nervio cercano. Comúnmente se dice que el nervio cervical está “pinzado”, y esto conlleva una serie de síntomas característicos:

  • Dolor de cuello, espalda alta o brazo.
  • Entumecimiento de los miembros superiores.
  • Hormigueo del brazo que se extiende poco a poco hasta los dedos.
  • Debilidad muscular en brazos y cuello.

Según la localización de la hernia, los síntomas pueden ser muy diferentes. Por ejemplo, cuando el disco afectado es el que se encuentra entre la vértebra C4-C5, predomina la debilidad muscular en hombro, pero no causa hormigueo en los brazos.

 

 

A medida que la lesión baja a lo largo de la columna vertebral, los síntomas podrían afectar de manera negativa a la movilidad de los brazos y dedos. En fisioterapia es importante hacer un buen diagnóstico de la localización exacta de la hernia discal según la localización de la inflamación del nervio, llamada radiculopatía cervical.

 

Causas de la hernia discal en el cuello

Son tres las causas principales por las que se puede producir la hernia de disco cervical:

  • Envejecimiento de los tejidos
  • Malas posturas mantenidas
  • Traumatismo

El motivo por el que se producen más hernias de este tipo es por un fuerte traumatismo, por ejemplo en un accidente, o cuando se repiten pequeños traumatismos repetitivos que afectan a la misma zona.

Las malas posturas laborales, los sobre esfuerzos repentinos, o una mala higiene postural, pueden provocar dolor en el cuello por afectación de los discos intervertebrales.

 

 

 

El grupo de población más afectado suele ser entre los 30 a 50 años, en personas que sufren de estrés o una mala alimentación. Determinados órganos como la vesícula, el estómago y el hígado pueden afectar directamente a la salud de la zona cervical, debilitando poco a poco los tejidos que conforman los discos entre las vértebras del cuello.

 

Tratamiento de la hernia discal cervical

La hernia discal es uno de los problemas más graves de degeneración de los tejidos discales. Cuando la última capa del anillo fibroso se daña, el paciente sufre de cuadros dolorosos agudos por “pinzamiento del nervio”.

El tratamiento fisioterapéutico tiene como objetivo aliviar la sintomatología del paciente, adaptándose a sus necesidades concretas. En primer lugar es necesario hacer un diagnóstico médico para definir la localización y el grado de daño en la zona cervical.

En los casos más graves, el paciente se someterá a una intervención quirúrgica para reparar los tejidos dañados. Tanto si esta es necesaria como si no, el uso de la fisioterapia junto con un tratamiento farmacológico mejora las condiciones del paciente, acelerando su recuperación.

Con el fin de evitar consecuencias negativas, la recuperación debe hacerse por parte de un profesional cualificado. De manera individualizada, el fisioterapeuta trabajará con el paciente para lograr una readaptación de la función de las estructuras adyacentes a la zona herniada.

 

Terapia manual

La realización de masajes descontracturantes es uno de los mejores tratamientos para aliviar la tensión y el dolor en la zona cervical. De esta forma se relaja la musculatura afectada por la hernia discal, tratando individualmente cada músculo.

 

 

 

Termoterapia

La aplicación de calor en la zona cervical, o termoterapia, es otros de los tratamientos más efectivos para la relajación muscular. El calor alivia el dolor momentáneamente, y se suele combinar con tratamiento farmacológico para calmar la tensión muscular.

 

Hidroterapia

La hidroterapia consiste en la realización de ejercicios guiados dentro del agua. Esto permite eliminar el peso de la gravedad, obteniendo mejores resultados en la realización de los movimientos y masajes.

 

Electroterapia

El uso de la electricidad activa las fibras de los músculos, aliviando la tensión y permitiendo su recuperación. Junto con la electroterapia, la aplicación de ultrasonidos y corrientes no ionizantes son tratamientos habituales para los pacientes con hernia discal cervical.

 

Cinesiterapia asistida

Diseñar un plan de ejercicios personalizados para el paciente le permite seguir tratamiento su recuperación también en casa. Estos ejercicios se realizan en principio en la clínica, asistidos por un profesional, hasta que el paciente sea capaz de realizarlos por su cuenta.

Es importante que cada ejercicio esté adaptado a las necesidades del paciente, fijando un límite de movilidad para evitar el empeoramiento de la situación de los discos intervertebrales. Estos ejercicios fortalecen los músculos del cuello, brazos y tronco, trabajando la debilidad que suele producir la hernia cervical.

 

Reeducación postural

Por último cabe destacar la importancia de ayudar al paciente a adoptar mejores posturas en su día a día. Cuando la hernia discal cervical está producida por traumatismos leves repetitivos o por malas posturas mantenidas, hay que trabajar la higiene postural.

 

 

El paciente podrá aprender de manos de un profesional en fisioterapia cómo realizar determinados movimientos y ejercicios de su vida diaria. Enfocado sobre todo al ámbito laboral, la reeducación postural previene de futuros daños cervicales, o de volver a padecer un problema de hernia de disco.

Ante cualquier duda, lo más recomendable es acudir directamente a un médico o un centro especializado en fisioterapia de rehabilitación. La hernia discal cervical es un problema físico que necesita tratamiento urgente para evitar que empeore con el paso del tiempo.